domingo, 25 de enero de 2015

DOMINGO 3° DEL TIEMPO ORDINARIO


“Está cerca el Reino de Dios” 

Llevando tras de sí desde el domingo pasado algunos colaboradores para su proyecto, Jesús anuncia el programa de su vida y la de sus seguidores: la construcción de un mundo más justo y humano. Es la materialización del Proyecto de Dios, del Reino de Señor en nuestro mundo. Es el comienzo de la predicación de Jesús y la forma de relación con el Dios amor encarnado en Cristo.

DIOS NOS HABLA COMPARTIMOS LA PALABRA

I LECTURA

Jonás, obediente a Dios, predica en un lugar pagano que nada tiene que ver con la tradición de Israel, y cuyos habitantes no conocían la Ley de Yavé. Sin embargo, reconocen que Dios es el Dios de todo el mundo, de todos los hombres. Y Jonás logra que Dios se manifieste con su perdón.

Lectura de la profecía de Jonás 3, 1-5. 10

La palabra del Señor fue dirigida por segunda vez a Jonás, en estos términos: “Parte ahora mismo para Nínive, la gran ciudad, y anúnciale el mensaje que yo te indicaré”. Jonás partió para Nínive, conforme a la palabra del Señor. Nínive era una ciudad enormemente grande: se necesitaban tres días para recorrerla. Jonás comenzó a internarse en la ciudad y caminó durante todo un día, proclamando: “Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida”. Los ninivitas creyeron en Dios, decretaron un ayuno y se vistieron con ropa de penitencia, desde el más grande hasta el más pequeño. Al ver todo lo que los ninivitas hacían para convertirse de su mala conducta, Dios se arrepintió de las amenazas que les había hecho y no las cumplió.
Palabra de Dios.

Salmo  24, 4-5b. 6. 7b-9

R. Muéstrame, Señor, tus caminos.

Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos. Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador. R.

Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, porque son eternos. Por tu bondad, Señor, acuérdate de mí según tu fidelidad. R.

El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres. R.

II LECTURA

“Todo estado es vocación... la misma situación social es el marco de la santidad de cada uno. En la segunda lectura, cuando Pablo, hablando a las situaciones concretas en que viven los hombres: unos casados, otros sin compromisos matrimoniales, unos esclavos, otros señores, les dice que ese marco concreto en el cual viven, es donde Dios los quiere santificar, con tal que ese marco histórico lo purifiquen de todo pecado. Toda situación en el mundo es buena para ser santo con tal que el hombre muestre en esa situación que no está de acuerdo con el pecado. De ahí que la lucha de los cristianos es por convertirse ellos y convertir al mundo del pecado al Reino de Dios que ya está cerca”.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 7, 29-31

Lo que quiero decir, hermanos, es esto: queda poco tiempo. Mientras tanto, los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran nada; los que disfrutan del mundo, como si no disfrutaran. Porque la apariencia de este mundo es pasajera.
Palabra de Dios.
ALELUYA        Mc 1, 15

Aleluya. El Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio. Aleluya.

EVANGELIO

Hoy, como en otros tiempos, Jesús pasa cerca de nosotros, y nos llama. Nos da una misión, y cada uno debe descubrirla. Al hacerlo, quedamos para siempre comprometidos con ella.

Ì Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 1, 14-20

Después, que Juan Bautista fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: “El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia”. Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores. Jesús les dijo: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”. Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron. Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron.
Palabra del Señor.

MEDITAMOS LA PALABRA DE DIOS

“Está cerca el Reino de Dios”

La afirmación de Jesús “está cerca el Reino de Dios”, conlleva proximidad temporal y buena noticia y ambas, íntimamente unidas. Cristo mismo es a la vez realidad de Dios en el mundo y Evangelio de Dios. Es el proyecto de Dios para el ser humano que cuenta necesariamente con nuestra la colaboración.

Entender el Reino de Dios como un lugar o un espacio, y aún no realizado plenamente, es no entender correctamente qué es el Reino de Dios. ¿Cómo podemos decir que está cerca, después de dos mil y pico años? El buen entendimiento del Reino de Dios conlleva cambio de valores y la adquisición de determinadas actitudes. Es un modo de ver, valorar, pensar, y juzgar distinto el mundo. Tanto más cerca está el Reino de Dios cuanto más presentes estén esos valores en el seguidor de Cristo. Se ha cumplido el plazo y una nueva época ha amanecido: la presencia amistosa y buena de Dios en el mundo por medio de su Hijo, Palabra encarnada.

La presencia amistosa de Dios, hermosea el mundo, bien eliminando lo que no funda comunidad, iglesia, sociedad, bien potenciándolas. No todas las cosas de este mundo son contrarias al proyecto de Dios. Discernir sobre ellas es verlas con la mirada de Dios expresada en el Génesis “y vio Dios que todo era bueno” (Gn. 1,12).

Es vivir constantemente en clave escatológica (aires de resurrección) como enseña la segunda lectura: vivir como si no se poseyera nada. Apartan de este Reino de Dios: la mentira, la estafa, los falsos testimonios, la corrupción, etc. Lo contrario produce cambio en el corazón, un corazón nuevo, actitudes nuevas y estructuras sociales mejores.

Convertíos

La realización del Reino de Dios necesita conversión total de la personas, no como un acto puntual y atemporal, sino como repetición de actos que engendran un buen hábito (virtud), una actitud continuada en la búsqueda de ese Dios cercano. En el evangelio aparece como imperativo, y de los primeros que pronuncia Cristo: convertíos (no hay que olvidar que está dando comienzo a la vida pública del Señor).

Si Jonás con su obediencia a Dios y su predicación movió el corazón de los ninivitas, la Palabra de Dios encarnada ha de tener mayor fuerza y capacidad de conversión. El cristiano se sabe elegido por Dios, no para encerrarse en sí mismo, sino para compartir los privilegios propios de hijo de Dios y heredero de su gloria.

Si por medio de Jonás Dios aleccionó a su pueblo en el universalismo, la tolerancia, la apertura amorosa de los brazos divinos que acogen a todos en la casa del Padre, con Cristo la lección es ya Divina. La conversión impulsa a la misma actitud que Jonás “levántate” y a ponerse en camino.

Porque la representación de éste mundo se termina

Ante el reinado de Dios, instaurado por la actuación de Jesús - predicación, milagros, controversias, y de manera especialmente muerte y Resurrección-, las realidades humanas adquieren nuevo sentido: comprar-vender, llorar-reír, casarse o permanecer célibe, todo es diferente y con distinto valor.

Dicho con palabras de san Pablo: "la presentación de este mundo se termina", porque Dios hace nuevas todas las cosas en la realización cuasi-utopía de su Reino, donde pobres y tristes, enfermos y condenados, excluidos y ofendidos de la tierra son rescatados y acogidos; donde ricos y poderosos son llamados urgentemente a la conversión. La realidad ha cambiado y lo atrayente del mensaje implica, en el seguidor cristiano, no quedarse de brazos cruzados. Escuchar su llamada, seguirlo dejando todo y cambiando los útiles de trabajo como hicieron Simón, Andrés, Santiago y Juan, son síntomas positivos de que la conversión personal y la construcción de ese Reino van por buen camino.

Escribe el Papa Francisco en la Evangelii Gaudium: “Toda la creación quiere decir también todos los aspectos de la vida humana, de manera que la “misión del anuncio de la Buena Nueva de Jesucristo tiene un destinación universal. Su mandato de caridad abraza todas las dimensiones de la existencia… Nada de lo humano le puede resultar extraño. La verdadera esperanza cristiana, que busca el Reino escatológico, siempre genera historia” (cfr. nº, 181).

El cristiano tiene la misión de, por su conversión a Cristo y seguimiento, misionar en el mundo construyendo el Reino de Dios.

ESTUDIO BÍBLICO

Primera Lectura: (Jonás 3,1-5.10)

Marco: El relato no pretende presentar un personaje históri co. El género de esta obra es muy parecido al parabólico en los evangelios. Se trata de una dramatización en la que se pretendí contraponer dos modos diferentes de interpretar la vida, el comportamiento y la historia de los hombres: se quiere subrayar la acción de un Dios misericordioso y clemente que está dispuesto a perdón y a la indulgencia de cuantos se acercan a él; el protagonista de la obra representaría ciertos ambientes religiosos de corazón poco generoso. El vencedor final es el Dios misericordioso que abre el tesoro de su perdón a los ninivitas que se reconocen necesitarlo. La lectura recoge el momento del anuncio a los ninivitas.

Reflexiones
1) ¡Vete a proclamar a los ninivitas el pregón que yo te diré!
Levántate y vete a Nínive... El protagonista de esta historia se pone en manos de quien le envía y emprende el camino hacia la misión que se le encomienda. Nínive es tierra de paganos, pero no importa, el mandato del Señor prevalece. Encontrarnos un primer atisbo del universalismo de la salvación que más tarde se hará realidad y se abrirá camino entre los paganos para facilitarles el acceso a la fe y a la salvación. Evangelizar consiste en ser embajador de otro, mandado por otro, transmisor de lo que al otro le place; evangelizar consiste en poner frente a frente el proyecto de Dios y las necesidades reales de los hombres. Y eso sólo lo sabe Dios mismo. Jonás se pone en marcha y realiza el proyecto de Dios. Cierto que en el trascurso de esta dramatización las reacciones de Jonás son un contraste con la misión y finalidad que Dios quería.

Segunda Lectura: (1 Corintios 7,29-31)

Marco: El contexto son las respuestas de Pablo a los corintios para tratar de resolver los problemas concretos que abarcan los capítulos 7 al 10. En esta sección se hace eco Pablo de dos problemas que tenía planteados la comunidad de Corinto, a saber: cuál ha de ser la actitud del cristiano ante la alternativa virginidad o matrimonio; y cómo debe comportarse un cristiano cuando es invitado a un banquete pagano en el que se sirvan carnes sacrificadas a los falsos dioses. La lectura de hoy trata del primer tema.

Reflexiones
1) ¡Las paradojas del ser cristiano en medio de la historia!
Los que lloran como si no lloraran... ¡Atención a las paradojas utilizadas! La paradoja, forma de expresión que Jesús utilizaba muy gustosamente, es un recurso literario utilizado para llamar la atención del oyente o del lector. El apóstol, que recurre gustoso también a la paradoja, no pretende minimizar las realidades humanas vividas en la historia. Lo que intenta es invitar al lector a dirigir la mirada a otra parte superior y que ofrece al hombre su plena realización. Desde esta perspectiva nueva desciende a lo cotidiano y lo valora. Quien se deja atraer y fascinar por ese final esplendoroso comienza a entender el valor de lo tangible, que es un valor ciertamente. Lo plenamente humano es este destino y la peregrinación por la historia es un anticipo del destino y una tarea a realizar para prepararlo. El creyente, dice Pablo, debe interpretar y comprender su vida sobre la tierra poniendo su corazón y su esperanza en la meta final. Si viviera hoy utilizaría la imagen de una carrera ciclista: todos los ciclistas, al comenzar la carrera, ponen su mirada en la meta final donde esperan ser coronados. Pero saben que deben cubrir un número determinado de etapas; no pocas dificultades y sufrimientos; una mezcla de fracaso y éxito durante el camino. Pero la meta final empuja todo el proceso y evita que las dificultades ahoguen el anhelo de la corona final. Este equilibrio es el que Pablo quiere enseñar a sus fieles de Corinto y a los creyentes de hoy.

Evangelio: (Marcos 1,14-20)

Marco: El contexto es el comienzo del ministerio de Jesús. Marcos hace coincidir; en estos primeros compases, el programa completo de la predicación de Jesús presentado en lapidarios y breves epígrafes: Dios cumple su proyecto a favor de la humanidad; que Dios comienza a manifestarse y actuar como único soberano de la historia de los hombres; que su predicación y su presencia en el mundo debe conducir a un cambio de rumbo de las vidas humanas, a una rectificación profunda, a un dirigir la mirada en otra dirección totalmente nueva marcada por Jesús; que abrirse al Evangelio es la última oferta y posibilidad que Dios hace a la humanidad y que es la mejor decisión que el hombre puede tomar en su vida.

Reflexiones

1) ¡El proclamador itinerante del Evangelio de Dios!

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Se ha cumplido la tarea de Juan como preparador de la venida del Mesías. Tanto el contenido como el talante de Jesús al entregarse a una evangelización itinerante nos invitan a una importante reflexión. El tema central de la predicación de Jesús es el anuncio gozoso del reino de Dios o de la ya inminente soberanía de Dios que se hace presente en Jesús mismo al proclamarla con su palabra y sus signos (por esta razón se llaman signos basileicos). El mismo hecho de la evangelización es un signo de que hemos llegado al final de los tiempos o al momento de la actuación definitiva de Dios en la historia. Marcos recuerda los cuatro ternas en que se puede resumir toda la predicación y actuación de Jesús. El término de Buena Noticia arranca, sobre todo, del segundo Isaías que anunciaba la próxima e inminente liberación del pueblo de Dios saliendo de la esclavitud o exilio de Babilonia. Desde entonces las fórmulas Buena Noticia o anunciar la Buena Noticia se convirtieron en términos cargados de sentido salvador, de promesa y cumplimiento. Por eso Jesús era muy parco en la utilización del término Evangelio.

En realidad quien sintetizó toda la acción de Jesús en este término fue el apóstol Pablo que lo utiliza abundantemente en sus cartas. Frecuentemente lo hace con algún genitivo que lo precisa: Evangelio de la gracia, de la paz, de la salvación. Y en un momento de su evolución, Pablo lo utiliza sin genitivo: el Evangelio. Pues bien, el redactor marcano supo sintetizar la obra, la persona y la predicación de Jesús en esa expresión. Todo es una Buena Noticia por antonomasia. Hoy como ayer necesitamos volver al sentido primigenio de esta expresión que no es una palabra sino un trascendental contenido que necesitan escuchar, participar y entrar en él los hombres de nuestro tiempo. Acaso más que nunca es necesario volver al Evangelio, volver al talante de Jesús al anunciarlo y descubrir que estamos de camino, que somos peregrinos que se dirigen hacia una gran esperanza: la experiencia temporal y definitiva de la Soberanía de Dios que derrocha bondad y amor misericordioso sobre los hombres. El encuentro con el Evangelio sería para los hombres y mujeres de nuestro tiempo la clave de una verdadera humanización con perspectivas de trascendencia mientras se comprometen en la temporalidad.

2) ¡El núcleo de la proclamación de Jesús!

Jesús decía: se ha cumplido al plazo, está cerca el reino de Dios; convertíos y prestad vuestra adhesión a la Buena Noticia. En síntesis apretada, la predicación itinerante de Jesús se concentró en cuatro elementos fundamentales: el primero, el cumplimiento del tiempo establecido por el Padre. Segundo, en la persona y actuación de Jesús comienza a despuntar ya la soberanía de Dios. Podemos leer un texto en el relato evangélico de Mateo y de Lucas que nos describe admirablemente el contenido del reino: Id a contar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia. ¡Y dichoso el que no encuentre en mí motivo de tropiezo! (Mt 11,2-6). Esta lista recoge varios textos de Isaías en los que anuncia el futuro reino de Dios. Con el anuncio del reino comienza a alborear una nueva etapa, comienza a alborear en el mundo el día de la salvación. El reino o la proclamación de la soberanía de Dios centró y ocupó toda la vida de Jesús. Es un tema que encontramos en los cuatro narradores evangélicos (aunque en Juan muy poco porque centro esta actuación en la vida eterna y la propia persona de Jesús). La característica propia de Jesús es que el reino de Dios está ya presente, comienza ya a alborear y pronto será plenamente presente en su muerte y resurrección con la acción del Espíritu Santo. Tercero, es necesario cambiar radicalmente para entrar en el reino. La conversión, la rectificación, el cambio de actitud en labios de Jesús tiene una finalidad: entrar en el reino, participar en él, enrolarse en la nueva creación que él viene a aportar. Entre la espera (marcadamente política y nacional) del Mesías por el pueblo de Dios y la oferta de Jesús hay un contraste importante. Por eso es necesario cambiar de mentalidad para entrar en el reino. Y por eso la insistencia en ese cambio fundamental íntimo y estructural es un elemento básico del anuncio de Jesús. Cuarto, es necesario también abrirse al Evangelio, del que hemos hablado más arriba. Y éste es realmente el tiempo salvífico establecido por el Padre.


Esta síntesis recoge la propia comprensión que Marcos tenía del ministerio de Jesús. Para ello se vale del lenguaje y conceptos paulinos que sintetiza lo más nuclear de la fe cristiana. Para que ese anuncio del reino sea creíble a los hombres y mujeres de nuestro tiempo debe ser presentado en sus dos perspectivas complementarias necesariamente: el compromiso en la temporalidad o en la etapa histórica del reino y una esperanza abierta sin temor hacia el futuro (porque el reino es a la vez histórico y trascendente; temporal y eterno; íntimos y manifestado; pero siempre de la mano de la paz). El compromiso temporal de los creyentes es una contribución al establecimiento del reino en primicia. Este compromiso apunta sin ambigüedades a lo que es realmente el reino: un estado definítivo en el que la concordia, la igualdad, la comunión con Dios y la felicidad sin fin serán una realidad inmarcesible. Pues es necesaria dar signos convincentes y atrayentes del realismo de la esperanza cristiana comenzando en el tiempo y en la historia. (Fr. Gerardo Sánchez Mielgo OP).

domingo, 18 de enero de 2015

DOMINGO 2° DEL TIEMPO ORDINARIO


¡VENGAN Y VERÁN!

Una buena parte de las enseñanzas de Jesús que encontramos en los evangelios son instrucciones sobre el estilo de vida que han de practicar los discípulos de Jesús. Posiblemente los relatos del seguimiento no sean históricos, sino que fueron creados por los evangelistas, que tomaron como base los seguimientos que narra el AT, como el que aparece en la primera lectura.

¿Por qué necesita Jesús a sus discípulos? Porque sin la comunidad de sus seguidores, Jesús no hubiera podido llevar adelante la proclamación del Reino de Dios para la regeneración de la sociedad de su tiempo y la del futuro.

¿Quiénes fueron los discípulos llamados por Jesús a seguirlo? Los clérigos se han apropiado a lo largo de los siglos de la experiencia del seguimiento. Pero hay que decir que son discípulos de Jesús todos los cristianos. No existen “profesionales” del seguimiento. Es más: el hecho de ser religioso, obispo o cardenal no garantiza automáticamente que ya se practica el seguimiento de Jesús.

La llamada a los discípulos no tiene como único objetivo el seguimiento, sino también la misión. Hoy Jesús sigue teniendo esta misma necesidad de una comunidad de discípulos para continuar su misión.

DIOS NOS HABLA. CONTEMPLAMOS SU PALABRA.

I LECTURA

A Samuel le costó reconocer que era la voz de Dios quien lo llamaba. Y a pesar de sus confusiones, Dios no cesó de buscarlo. Incluso tuvo que intervenir un mediador, alguien que interpretó lo que ocurría entre Dios y Samuel. Un hermoso ejemplo que podemos seguir para ayudar a otros a descubrir en sus vidas la voz de Dios, o para compartir con otros nuestras propias búsquedas para que nos ayuden a seguir los caminos del Señor.

Lectura del primer libro de Samuel 3, 3b-10. 19

Samuel estaba acostado en el Templo del Señor, donde se encontraba el Arca de Dios. El Señor llamó a Samuel, y él respondió: “Aquí estoy”. Samuel fue corriendo adonde estaba Elí y le dijo: “Aquí estoy, porque me has llamado”. Pero Elí le dijo: “Yo no te llamé; vuelve a acostarte”. Y él se fue a acostar. El Señor llamó a Samuel una vez más. Él se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: “Aquí estoy, porque me has llamado”. Elí le respondió: “Yo no te llamé, hijo mío; vuelve a acostarte”. Samuel aún no conocía al Señor, y la palabra del Señor todavía no le había sido revelada. El Señor llamó a Samuel por tercera vez. Él se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: “Aquí estoy, porque me has llamado”. Entonces Elí comprendió que era el Señor el que llamaba al joven, y dijo a Samuel: “Ve a acostarte, y si alguien te llama, tú dirás: Habla, Señor, porque tu servidor escucha”. Y Samuel fue a acostarse en su sitio. Entonces vino el Señor, se detuvo, y llamó como las otras veces: “¡Samuel, Samuel!”. Él respondió: “Habla, porque tu servidor escucha”. Samuel creció; el Señor estaba con él, y no dejó que cayera por tierra ninguna de sus palabras.
Palabra de Dios.

Salmo 39, 2. 4ab. 7-10

R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Esperé confiadamente en el Señor: Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Puso en mi boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. R.

Tú no quisiste víctima ni oblación; pero me diste un oído atento; no pediste holocaustos ni sacrificios, entonces dije: “Aquí estoy”. R.

“En el libro de la Ley está escrito lo que tengo que hacer: yo amo, Dios mío, tu voluntad, y tu ley está en mi corazón”. R.

Proclamé gozosamente tu justicia en la gran asamblea; no, no mantuve cerrados mis labios, tú lo sabes, Señor. R.
  
II LECTURA

San Pablo exhorta a los corintios a ser coherentes y sentirse agradecidos ante el gran don del perdón. Dios ha llegado a entregar la vida de su Hijo para que tengamos este don, ¡no lo rechacemos!

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 6, 13c-15a. 17-20

Hermanos: El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor es para el cuerpo. Y Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros con su poder. ¿No saben acaso que sus cuerpos son miembros de Cristo? El que se une al Señor se hace un solo espíritu con él. Eviten la fornicación. Cualquier otro pecado cometido por el hombre es exterior a su cuerpo, pero el que fornica peca contra su propio cuerpo. ¿O no saben que sus cuerpos son templo del Espíritu Santo, que habita en ustedes y que han recibido de Dios? Por lo tanto, ustedes no se pertenecen, sino que han sido comprados, ¡y a qué precio! Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos.
Palabra de Dios.

ALELUYA        Jn 1, 41. 17b

Aleluya. Hemos encontrado al Mesías, es decir, al Cristo; por él nos han llegado la gracia y la verdad. Aleluya.

EVANGELIO

 “En una alusión al bautismo de Jesús, Juan el Bautista dice haber visto al Espíritu descendiendo sobre Jesús en la forma de una paloma. Su testimonio es tan eficaz que dos de sus propios discípulos, cuando lo oyen, deciden seguir a Jesús”.

Ì Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 1, 35-42

Estaba Juan Bautista con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: “Este es el Cordero de Dios”. Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. Él se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: “¿Qué quieren?”. Ellos le respondieron: “Rabbí –que traducido significa Maestro– ¿dónde vives?”. “Vengan y lo verán”, les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde. Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías”, que traducido significa Cristo. Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: “Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas”, que traducido significa Pedro.
Palabra del Señor.

MEDITAMOS LA PALABRA

•        ¿Quiénes fueron los seguidores de Jesús?

Los seguidores de Jesús fueron predominantemente personas difamadas, personas que gozaban de baja reputación y estima: los pobres, los incultos e ignorantes, los enfermos, las mujeres, los niños y aquellos a los que su comportamiento moral les cerraba –según las convicciones de la época- las puertas de acceso a la salvación. Y es precisamente de ese tipo de personas de quien dice Jesús que son su verdadera familia (Mt 12, 50 par).

•        ¿Por qué seguir a Jesús?

Ser cristiano es seguir a Cristo por amor (“Simón Pedro, ¿me amas?... Sí, Señor... Entonces sígueme...” Jn 21). A pesar de la claridad de la frase anterior, es difícil explicar las variadísimas razones que hay para seguir a Jesús. Cada cristiano tenemos las nuestras. Muchos querrán precisar y dirán que no es el amor “a Jesús”, sino el amor “de Jesús” el que nos convierte en seguidores suyos. Pero esto aclara poco la cuestión de por qué seguimos a Jesús. ¿Es que el modelo de ser persona inaugurado por Jesús de Nazaret es el mejor de todos? Jesús mismo explica que su objetivo es que los discípulos pasen de la muerte a la vida; más aún, que obtengan la «vida eterna» (5,24). Traduciendo el lenguaje evangélico a uno más cercano a nosotros, diremos que la finalidad de la acción de Jesús es inducir a sus seguidores a una forma de vida mucho mejor que la que vivimos. ¿Realmente la vida que nos ofrece Jesús es mejor que la que disfrutamos en la sociedad de consumo, que es nuestra vida? No es fácil admitirlo, sobre todo si tenemos una posición económica holgada.

•        Para los cristianos, Jesús Nazareno es el modelo único de nuestro seguimiento.

La tentación de adaptar a Jesús a nuestra imagen, a nuestros intereses, es decir, hacer un Jesús a nuestra medida, es un peligro muy común y que nos acecha en todas las esquinas a los que nos decimos seguidores de Jesús. Tomamos del Evangelio aquellos aspectos que convienen a una posición personal y social ya tomada de antemano. Pero son las palabras de Jesús, sus hechos, sus ideales y sus exigencias, su pasión, muerte y resurrección, el único camino que tenemos para conocer al Dios misericordioso, padre, pobre y sufriente por amor, y totalmente interesado por los seres humanos.

•        El “amad como yo os he amado”, signo distintivo de los seguidores de Jesús.

«Éste es mi mandamiento; que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos» (Jn 15,12–13). Amarse los unos a los otros («ama a tu prójimo como a ti mismo») es una aspiración que han tenido muchos grupos religiosos a lo largo de la historia. Pero lo específico del mandamiento de Jesús es el «como yo os he amado». A los seguidores de Jesús no se les pide simplemente amarse recíprocamente. Se les exige que su amor sea como el de Jesús, que renunció a su propia vida en favor de los demás.

•        El seguimiento de Jesús es conversión.

Conversión es cambio de vida. Cada uno cambia muchas veces de vida a lo largo de su existencia: de niño a adulto, de soltero a casado, de aprendiz a profesional. En el caso del discípulo, la conversión que se pide es cambiar de los valores que uno vive a los valores que Cristo practicó y enseñó. El ser discípulo tiene que modificar sustancialmente la vida y la identidad propias, y orientarlas por otro camino diferente al que habían tenido hasta entonces. Si uno ve que no experimenta ninguna transformación en su vida, debe convencerse de que no está en el buen camino del seguimiento de Jesús. Menuda tarea tenemos hoy los cristianos para cambiar los contravalores de la sociedad de consumo –entre los que destacan el egoísmo y el injusto reparto de los bienes– y sustituirlos por los valores del Evangelio.

•        El seguimiento es a un Jesús crítico y coherente.

El anuncio del Reino de Dios por parte de Jesús tuvo una vertiente de crítica social, y esto le acarreó conflictos y malentendidos. Para los poderes religiosos y políticos constituidos, el mensaje de Jesús fue molesto e impertinente. Pero Jesús aceptó y asumió las consecuen¬cias de haber reservado el primer puesto en su Reino para los pobres, para los pecadores, para aquellos que eran marginados y excluidos por los dirigentes religiosos y civiles. Por eso, el que sigue a Jesús está obligado a no pasar de largo ante la injusticia que sufre tanta gente en nuestra sociedad. Hoy, la crítica de un seguidor de Jesús ha de ser contra nuestro estilo de vida que denominamos consumismo. Este estilo de vida ha creado la mayor insolidaridad que ha existido en la historia. Por eso el cristianismo, si quiere tener credibilidad y atracción, tiene que ser practicado como una alternativa rebelde al egoísmo del consumismo.

•        El evangelista resalta la dificultad de la adhesión a Jesús que muestran los discípulos.

El seguimiento de Jesús lleva consigo peligros y crea conflictos y sufrimientos. Seguir a Jesús no le ponía a uno precisamente en el camino del triunfo. La imagen pintada repetidas veces por los evangelios, y que presenta a un Jesús rodeado de innumerable gentío, no debe hacernos creer erróneamente que el seguimiento de Jesús fue mayor que la deserción (el ejemplo de Judas), la negación (como Pedro), o la incomprensión y la incredulidad. Después de la predicación de Jesús en Cafarnaúm, muchos de sus seguidores, excepto los doce, dejaron de ir con Él (6,66–70). Hay momentos en los que Jesús se encuentra solo. El grupo de los apóstoles desaparece en el periodo de tiempo que va desde el arresto hasta la ejecución. También durante las apariciones después de la muerte, el comportamiento de los discípulos muestra diversos grados de participación o de presencia.

•        Hay una vinculación muy estrecha entre comer juntos y fortalecimiento de la comunidad de los seguidores de Jesús.

Juan subraya el fuerte sentimiento afectivo que Jesús manifestó al grupo de los suyos durante la cena: «Después de haber amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo» (13,1). Para resaltar este sentimiento, el evangelista introduce en medio de la cena un rito muy significativo. Jesús se viste de esclavo y realiza las funciones propias de los esclavos: lavar los pies. Con este rito de inversión de roles por parte de Jesús, el evangelista Juan desea mostrar a su comunidad un proyecto utópico, que dicha comunidad todavía no realiza: transformar los modelos de relación social que había en esa comunidad y sustituirlos por los que brotan de un amor como el de Jesús. Por tanto, comer juntos da fuerza a los que queremos seguir a Jesús; pero ha de ser un comer juntos en el que las relaciones entre nosotros no sean de esclavo a señor, sino como amigos (“os llamaré amigos”).

•        Conclusión.

La experiencia del discipulado nos enseña que existe una conflictiva alternativa entre la fidelidad a Jesús y la fidelidad a nuestra sociedad de consumo, por la que estamos atenazados y que no podemos abandonar fácilmente.


ESTUDIO BÍBLICO

Primera Lectura: (1 Samuel, 3,3b-10.19)
Marco: La vocación de Samuel. Con Samuel comienza la predicación profética propiamente dicha. Juez y profeta es llamado a transmitir al pueblo la voluntad de Dios recordando las cláusulas de la alianza, especialmente la primera: no hay más soberano que Dios mismo.
Reflexiones
1) ¡Dios llama con plena libertad a quien quiere!
El Señor llamó a Samuel: ¡Samuel, Samuel! Él respondió: Aquí estoy... La Escritura, relato de las acciones salvíficas de Dios, nos informa de un dato constante y es que Dios siempre que proyecta alguna obra importante para la salvación de su pueblo elige a los intermediarios o al intermediario que la ha de llevar adelante en su nombre: Abrahán, Moisés, los Jueces, etc. Y para esta misión y tarea siempre les acompaña una especial capacitación según los casos y la misión. Este mismo esquema se reproduce en Samuel. Las llamadas en sueños nocturnos son frecuentes, porque Dios utiliza diversas formas para revelarse a los hombres: por visiones diurnas, por visiones nocturnas o por iluminación interior (cf. Jr 1,4-10). La triple llamada a Samuel se entreteje por la presencia del sumo sacerdote en el relato. Samuel piensa, con lógica, que es el sacerdote Eli quien le requiere durante la noche. Pero la insistencia en la llamada indica al sacerdote que la voz viene de otra parte. Samuel atiende a las indicaciones del sacerdote con lo que allana el camino para el encuentro con el Señor. A la llamada, Samuel responde con una total disponibilidad. Hoy también Dios necesita o quiere necesitar colaboradores voluntarios que quieran llevar adelante su proyecto de salvación sobre los hombres. Siguen siendo necesarias las mediaciones creíbles a los hombres y mujeres de nuestro tiempo con sus preocupaciones, angustias y esperanzas.
Segunda Lectura: (1 Corintios 6,13c-15a. 17-20)
Marco: El contexto más amplio se centra en los desórdenes en la comunidad: divisiones alarmantes, escándalos morales de suma gravedad, ruptura del sentido comunitario y solidario entre los hermanos, graves dudas sobre la resurrección. La rayón fundamental para el comportamiento moral y comunitario: somos miembros de Cristo y el Espíritu habita en nosotros.
Reflexiones
1) ¡El cuerpo, que es propiedad del Señor, está destinado a la resurrección!
El cuerpo es para el Señor; y el Señor para el cuerpo... Dios nos resucitará con Cristo... El cuerpo humano está destinado a una misión de alta dignidad. Es necesario mantenerse en ese destino del cuerpo humano y, por lo tanto, hacer de él un uso adecuado y en consonancia con el destino que se le asigna. El apóstol recoge y expone una serie de razones a favor de su enseñanza del valor del cuerpo humano como constitutivo inseparable de la persona humana integral. La razón o motivo primero aducido por el apóstol es que ni el hombre ni la mujer son propietarios exclusivos de su cuerpo sino a administradores del mismo en nombre del que les ha concedido ese don: el Señor. La segunda razón que aduce es que al igual que el cuerpo de Cristo, el cuerpo humano está destinado a participar de la gloria de la resurrección. Dos motivos de especial significación. Ya en el proyecto creacional de Dios todos los elementos que forman y constituyen al hombre son incluidos en la expresión «a imagen y semejanza de Dios». Todo el hombre en su integridad fue colocado en un estado de comunión, de vida, de felicidad y de comunicación con Dios. Ahora Pablo recuerda que en Cristo Jesús, liberador y restaurador de aquélla primera situación de la naturaleza humana, el hombre debe descubrir que la dignidad de su ser humano total ha sido adquirido (liberado) a un precio muy elevado, a saber; la propia sangre de Cristo. Y todo el hombre está destinado a recuperar aquella primera vida por medio de la resurrección (cf. también 1Pe 1,13-16). Hoy como ayer descubrimos en la Escritura dos verdades que han de complementarse: que todo el cuerpo forma parte integral del hombre y participa de su destino y es bueno, aunque no somos propietarios autónomos del mismo y, por otra parte, que es necesario que su utilización se ajuste al marco establecido por Dios porque es bueno para los hombres y mujeres.
Evangelio: (Juan 1, 35-42)
Marco: El contexto es la llamada de los primeros discípulos y los testimonios a favor de Jesús. La lectura recoge la vocación de los primeros discípulos de Jesús. El autor de este relato ha puesto especial cuidado en presentarnos las primeras vocaciones al discipulado como una dinámica de encuentro con Jesús y proclamación de este encuentro a otros. La ley del encuentro vivo y profundo caracteriza estos relatos vocacionales al discipulado y al apostolado.
Reflexiones
1) ¡Ese es el cordero de Dios, el esperado del pueblo de Dios y de las naciones!
Este es el cordero de Dios... Juan el Bautista tenía la misión de preparar la llegada del Mesías. Pero sus discípulos le tomaron a él por el verdadero Mesías y, después de su muerte, formaron la secta de los Bautistas que seguían manteniendo la esperanza y la convicción de que su maestro Juan fue el verdadero Mesías. Los redactores del cuarto evangelio, que recogen la tradición joánica, se encontraron con ellos y trataron de mostrarles que Juan sólo fue un intermediario; que el verdadero Mesías era Jesús. En este trasfondo se entienden mejor estas palabras iniciales que encontramos en lectura de hoy. Es necesario el traspaso de Juan a Jesús para participar realmente de la salvación de Dios y del verdadero plan de Dios. Juan cumple su tarea y apunta hacia Jesús. Se produce el primer encuentro con Jesús: Este es el cordero de Dios (el término utilizado por el redactor del cuarto evangelio puede significar. cordero, siervo, hijo, inspirados en la corriente deuteroisaiana). Lo que según los sinópticos pronuncia la voz del cielo acerca de Jesús, en la tradición joánica se coloca en labios de Juan: la descripción escueta de la identidad de Jesús y de su misión futura. Y dos discípulos de Juan se ponen en marcha en el seguimiento de Jesús que continúa su camino. Es conveniente subrayar este sentido de la escenificación: Jesús «pasaba» sin detenerse. El paso de Jesús atrae con fuerza cuando el hombre se abre a su presencia, a sus gestos, a su palabra.
2) ¡La urgencia de la búsqueda de Jesús!
¿Qué buscáis?.. Es necesario permanecer siempre en situación de búsqueda y clarificación. Hay que prestar especial atención a los términos utilizados por el redactor. En su relato, el verbo «permanecer» tiene múltiples sentidos que alcanzan desde el permanecer del Hijo en el Padre y, a la inversa, corno el permanecer de los discípulos en Jesús corno los sarmientos en la cepa, o el permanecer del Espíritu en medio y dentro de los discípulos, o el sentido normal de habitar en alguna parte. Esta terminología utilizada por el evangelista nos invita a tomar con las debidas precauciones su lenguaje: en el texto actual no sólo preguntan por la casa donde vive, sino por la realidad que ofrece a los hombres. Venid y lo experimentaréis vosotros mismos. Es necesario también captar la variedad de sentidos que el narrador da al verbo «ver»: experimentar profundamente, abrirse al don de la fe, estar en compañía de alguien, observar atentamente. Los discípulos deben ponerse en marcha y experimentar, observar y abrirse plenamente a Jesús. Fueron y se quedaron con él aquel día. El narrador observa que eran las cuatro de la tarde. Recuérdese el modo de computar los días los contemporáneos de Jesús: un día se compone de tarde y mañana y no de mañana y tarde corno entre nosotros. Por eso a las mañanas del encuentro con los hombres han de preceder las tardes del encuentro con Jesús. No puede ser de otra manera para poder transmitir algo de valor a los hornbres.De la experiencia auténtica y transformadora a la evangelización gratuita, convincente y generosa. Este es el paso que observamos en esta bella narración vocacional. Andrés anuncia lo que ha visto y oído. Y lo llevó a Jesús.
3) ¡De la evangelización convincente al encuentro vivo con Jesús!
Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que significa Pedro). Jesús se le quedó mirando. Es llamativo cómo en el relato evangélico, en los cuatro evangelistas aunque lo subraya más Marcos, Jesús mira con especial significación a sus interlocutores. Estas miradas revisten aspectos muy diversos: ira, contrariedad, predilección, forma especial de inquirir el interior del hombre, acogida, ternura. Otro elemento del relato joánico es el cambio de nombre. También es necesario recurrir a la Escritura para entender que el cambio de nombre no es capricho ni un detalle decorativo de la persona, sino que se le da una especial identificación, una especial tarea, una especial misión. En el futuro se llamará Cefas que quiere decir Pedro. Juego con el nombre en sus diversas lenguas aramea y latina: «piedra», «fundamento». Evidentemente esta reflexión es propia de la experiencia pospascual y de la experiencia de la comunidad cristiana. Hoy como ayer, este relato vocacional nos invita a un encuentro siempre renovado con el Maestro y amigo, Jesús; una apertura a los otros para conducirlos a Jesús; una atención especial para evangelizamos a nosotros mismos. El centro, el motor, y el objetivo de todo tiene un nombre: Jesús, y una finalidad: conectar al hombre con Él para que pueda conseguir su salvación y felicidad. Esta es nuestra tarea, nuestro reto y nuestro premio. (Fr. Gerardo Sánchez Mielgo O. P.)


domingo, 11 de enero de 2015

EL BAUTISMO DE JESÚS


JESÚS, BAUTIZADO

Celebramos hoy la fiesta del bautismo de Jesús, para iniciar su vida pública, anunciado la Buena Noticia del Reino de Dios. Contemplaremos cómo el Espíritu desciende sobre Jesús, y el Padre lo proclama como su Hijo amado, preferido, a quien hemos de escuchar para participar del Reino de Dios.

A nosotros el bautismo nos ha convertido en criaturas nuevas, hijos adoptivos de Dios; recibimos también una doctrina que profesar y una forma concreta de vivir. Tratemos pues, de renovar nuestra fe y descubrir por la fuerza del Espíritu el auténtico camino liberador del pecado, pasando por la vida haciendo el bien, una vez descubierto que el Reino de Dios está dentro de nosotros.

DIOS NOS HABLA. CONTEMPLAMOS SU PALABRA

I LECTURA

De diferentes formas, Dios nos invita a estar con él. Por medio del profeta, hace un llamado a la conversión, llamado que Juan Bautista reiterará siglos más tarde. Con las atractivas imágenes del agua y del alimento, nos invita a calmar nuestras ansias. Él nos sumerge en su gracia para renovar toda nuestra vida.

Lectura del libro de Isaías 55, 1-11

Así habla el Señor: ¡Vengan a tomar agua, todos los sedientos, y el que no tenga dinero, venga también! Coman gratuitamente su ración de trigo, y sin pagar, tomen vino y leche. ¿Por qué gastan dinero en algo que no alimenta, y sus ganancias, en algo que no sacia? Háganme caso, y comerán buena comida, se deleitarán con sabrosos manjares. Presten atención y vengan a mí, escuchen bien y vivirán. Yo haré con ustedes una alianza eterna, obra de mi inquebrantable amor a David. Yo lo he puesto como testigo para los pueblos, jefe y soberano de naciones. Tú llamarás a una nación que no conocías, y una nación que no te conocía correrá hacia ti, a causa del Señor, tu Dios, y por el Santo de Israel, que te glorifica. ¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar, llámenlo mientras está cerca! Que el malvado abandone su camino y el hombre perverso, sus pensamientos; que vuelva al Señor, y él le tendrá compasión, a nuestro Dios, que es generoso en perdonar. Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos –oráculo del Señor–. Como el cielo se alza por encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a los caminos y a los pensamientos de ustedes. Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven a él sin haber empapado la tierra, sin haberla fecundado y hecho germinar, para que dé la semilla al sembrador y el pan al que come, así sucede con la palabra que sale de mi boca: ella no vuelve a mí estéril, sino que realiza todo lo que yo quiero y cumple la misión que yo le encomendé.
Palabra de Dios.
SALMO

[Sal] Is 12, 2-6

R. Sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación.

Este es el Dios de mi salvación: yo tengo confianza y no temo, porque el Señor es mi fuerza y mi protección; él fue mi salvación. R.

Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, anuncien entre los pueblos sus proezas, proclamen qué sublime es su Nombre. R.

Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso: ¡que sea conocido en toda la tierra! ¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión, porque es grande en medio de ti el Santo de Israel! R.

II LECTURA

Hay una victoria para quien cree en Jesucristo. No estamos abatidos, ni el miedo nos domina ni las angustias nos doblegan. Vivimos dificultades, pero sabemos en quien nos apoyamos. Ni el mal ni la muerte tienen la última palabra.

Lectura de la primera carta de san Juan 5, 1-9

Queridos hermanos: El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y el que ama al Padre ama también al que ha nacido de él. La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga, porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo. Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Jesucristo vino por el agua y por la sangre; no solamente con el agua, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu da testimonio porque el Espíritu es la verdad. Son tres los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de acuerdo. Si damos fe al testimonio de los hombres, con mayor razón tenemos que aceptar el testimonio de Dios. Y Dios ha dado testimonio de su Hijo.
Palabra de Dios.

ALELUYA        Jn 1, 29

Aleluya. Juan vio acercarse a Jesús y dijo: “Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Aleluya.

EVANGELIO

No conocemos nada sobre la vida de Jesús adulto con anterioridad a este bautismo. Juan estaba invitando a la conversión. Y en la vida de Jesús, este bautismo marca un cambio, un antes y un después. A partir de este bautismo, Jesús comenzará su misión itinerante, proclamando el Reino de Dios. Ungido por el Espíritu, inicia la tarea señalada por el Padre.


Ì Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 1, 7-11

Juan Bautista predicaba, diciendo: Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo”. En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma; y una voz desde el cielo dijo: “Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección”.
Palabra del Señor.

MEDITAMOS LA PALABRA

•        Itinerarios del Bautista y de Jesús.

Desde nuestra condición de creyentes, hoy aceptamos sin problemas, las diferencias que se dieron en el anuncio del Reino de Dios por parte de Jesús y de Juan Bautista: Jesús pudo ser discípulo de Juan, y a su vez Juan es quien bautiza a Jesús en el Jordán, junto a otros muchos penitentes.

Cuando Jesús inicia su vida pública desplegando su misión, difiere de Juan predicador en el desierto, como los grandes profetas, lejos de la ciudad y convivencia ciudadana. Jesús busca la cercanía humana, y en particular la de quienes la religión y cultura “oficiales” tildaban de personas poco gratas.

Comportamientos: Juan parece sombrío, duro, combativo; anuncia el Reino que va a llegar, con un Dios fuerte y justiciero. Jesús “pasó haciendo el bien, y curando a los oprimidos; no quebrará la caña cascada, no apagará el pábilo vacilante. Anuncia que el Reino está dentro de nosotros, sin necesidad de buscarlo acá o allá; un Dios que “amó tanto al mundo que envió a su hijo al mundo para salvarlo”.

•        Bautismo de Jesús, bautizados en Cristo

A. Bautismo de Jesús. El mensaje teológico que nos brinda el evangelio de hoy podemos considerarlo de máxima importancia en la revelación de Dios recogida en el Nuevo testamento. No es un acto de humildad, ni una comedia por parte de Jesús, sino una actitud de sinceridad de quien se considera verdadero hombre, y busca identificarse en plenitud como tal a lo largo de su vida.

Racionalmente no cabe pensar que una realidad sea a la vez dos: Un hombre no cabe que sea Dios, o que Dios sea al mismo tiempo hombre; que algo sea a la vez blanco y negro. Por la fe lo podemos aceptar, y en nuestra mentalidad en unas ocasiones captarlo como hombre limitado, con sentir y amor humanos, y en otras verlo como Dios, infinito. En realidad en Jesucristo existe en plenitud la naturaleza humana, y a la vez la naturaleza divina (hijo de María e Hijo de Dios): dos naturalezas, en la persona del Verbo, Dios.

Hemos de admitir el doble nivel del relato: Narrativo y teológico. Nos toca descubrir con la mayor sencillez, lo que hay detrás de esa narración, que la liturgia de hoy nos manifiesta, poniendo al Espíritu como principal protagonista, y usar términos sensibles: “como una paloma”. Dios se manifiesta siempre como Espíritu, y en Jesús brilla bajo los signos de agua y Espíritu.

B. Bautizados en Cristo. Jesús, decía a Nicodemo que hemos de renacer por el “agua y el Espíritu”. Hoy celebramos la presencia de la divinidad (eterna) en Jesús, quien había asumido años atrás la humanidad verdadera. Son imágenes necesarias para comunicar verdades teológicas, y -desde una mejor comprensión de Jesús el Cristo- conducirnos a descubrir en la fe nuestra sobrenaturaleza por la fuerza del Espíritu Santo.

•        Itinerario de hijos de Dios

A. Dios está en nosotros y desde ahí nos llama a dar una respuesta ajustada a la condición de hijos adoptivos. Si nuestro quehacer lo reducimos a las realidades biológicas o psicológicas desarrollaremos solo una parte de las posibilidades personales, menoscabando la realidad sobrenatural.

La experiencia de ser amados por Dios es la base y fundamento del verdadero amor (ágape) que existe ya en nosotros, con forma definitiva. Descubrir esa presencia puede modificar los objetivos de la vida, asumiendo una “humanidad sobrenaturalizada” donde lo nacido de la carne es carne, y lo que viene del Espíritu, espíritu. ¡El bautismo ha cambiado nuestro ser radicalmente!

B. Caminemos en la verdad iluminados por el Espíritu, por sendas de justicia y caridad, valorando a cada persona en su “totalidad” de hijo de Dios.

Viviendo esperanzados en la vocación de transformar las realidades terrenas, según la mirada de Dios, con los pies en el suelo.

Saboreando la convivencia fraterna, con la humanidad asumida por Jesús, para convertirla en servicio desinteresado y colmada de gozosa esperanza.



ESTUDIO BÍBLICO

Nota: El acontecimiento del bautismo de Jesús ha causado siempre mucha extrañeza y sorpresa. Los primeros cristianos se preguntaban: ¿Por qué se acercó Jesús al Jordán para recibir un bautismo de «penitencia y conversión»? ¿Para qué quiere pasar por este rito? Ciertamente que Jesús no necesitaba el bautismo de Juan. Jesús era el Hijo de Dios por naturaleza, no tenía pecado. Él mismo es la cabeza de la Iglesia y era heredero de Dios por naturaleza. Jesús respondió a Juan: Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere. Por otra parte, la historicidad de este acontecimiento no se ha puesto en duda en la investigación bíblica.

Primera Lectura: (Isaías 42,1-4.6-7)

Marco: Es el primer cántico de los cuatro que se suelen describir como «los cánticos del siervo de Yahvé» (Is 42,1-7; 49,1-7; 50,4-9; 52,13-53,12). Se trata de un personaje individual con una misión de personalidad corporativa, es decir; que asume en su persona la responsabilidad del pueblo y de la humanidad; que se trata de un profeta con rasgos regios que sintetiza todas las cualidades de los profetas; que es elegido por Dios con singular atención y cuidado; que su destino es restaurar la alianza de Dios con su pueblo y, a través de él, con toda la humanidad a través de la predicación y del sufrimiento vicario; fue humillado hasta una muerte ignominiosa, pero Dios lo rehabilitó, lo resucitó y le dio honor singular entre los grandes.

Reflexiones

1) ¡El Siervo, elegido y preferido de Dios, equipado para la misión!

Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mí elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi Espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. Hay que subrayar que el siervo es elegido de modo singular y privilegiado por Dios. Es aquel en quien se complace su corazón, es decir; del agrado total de Dios, es su preferido. El contexto inmediato de esta vocación es la liberación del pueblo de Dios del exilio de Babilonia. Pero más allá de estas fronteras nacionales se vislumbra y abre un horizonte más amplio. Se le promete un don especial del Espíritu para que pueda llevar adelante su misión que no sería fácil y que estaría sembrada de dificultades. Con la luz y la fuerza del Espíritu llevará adelante con éxito la misión que se le encomienda. Aunque el siervo es un profeta y la síntesis acabada del profetismo, tiene también rasgos regios. Por eso desde el primer poema se le atribuye una de las funciones más características de los reyes de Israel: la defensa del derecho de los pobres, los huérfanos, las viudas y los indefensos. Este poema manifiesta a los creyentes-testigos de Jesús que ser llamados a esta tarea es un privilegio de Dios y que son capacitados adecuadamente para realizarla.

2) ¡La misión del Siervo para su pueblo: restauración!

Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará hasta implantar el derecho en la tierra. El siervo de Dios, que es modelo de respeto, suavidad y mansedumbre, realizará, no obstante, su misión de restauración con firmeza. Las circunstancias en que ejerció su tarea no fueron nada fáciles: el exilio y el post-exilio de Babilonia. Todo estaba derrumbado y había que restaurarlo. En esta ardua tarea, el siervo va a la cabeza del pueblo. Por eso necesitará la firmeza que procede del Espíritu que se le ha prometido de modo especial. No se dejará arrastrar por la acepción de personas, ni por la debilidad. Implantará el derecho con limpieza, firmeza, ecuanimidad y equidad. Es el modelo ejemplar de profeta y gobernante que sólo aspira a hacer posible el bien común de todos.

Los creyentes que vivimos en un mundo hostil y agresivo necesitarnos esas cualidades del Siervo para cumplir nuestra tarea de testigos vivos en nuestros ámbitos habituales de convivencia y de trabajo.

Segunda Lectura: (Hechos de los Apóstoles 10,34-38)

Marco: Estos versículos forman parte del discurso de san Pedro en casa de Cornelio, donde se produjo la primera conversión de gentiles al evangelio como fruto de la exposición kerigmática que les proclamó. La misión de Jesús comenzó por su bautismo cn el Jordán.

Reflexiones

1) ¡Dios no tiene acepción de personas!

Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. En los poemas del siervo se anunció una tarea universal. Pedro comprueba que Jesús, el verdadero Siervo de Yahvé, ha realizado satisfactoriamente aquella misión anunciada, como lo muestra el hecho de que, después de la escucha del anuncio solemne sobre Jesús (kerigma), una familia de paganos se abre a la fe y a la salvación y recibe el Espíritu. Son la primicia y la garantía de una cosecha abundante. Realmente el Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, no tiene acepción de personas; todos le interesan y todos son llamados a participar de la filiación divina adoptiva. Para los creyentes ya no hay distinción de razas, lenguas, naciones o expresiones religiosas. Desde la convicción de su propia fe vivida y experimentada saben que el diálogo con todos es posible y necesario.

2) ¡Jesús ungido por el Espíritu Santo!

Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo. Otro aspecto de la promesa que se cumple en Jesús. Ha recibido el don del Espíritu Santo para realizar su misión y su tarea. Pedro recuerda un aspecto importante en esta donación del Espíritu: Jesús recibió la fuerza del Espíritu. A Lucas le place llamar al Espíritu «Fuerza» de Dios (Lc 1,35; Hch 1,8). A pesar de las dificultades, incomprensiones y rechazos, Jesús llevará adelante la misión hasta la consumación final (Jn 19,30). Tampoco a los discípulos de Jesús les faltará esta fuerza que viene de lo alto y contra la que nadie podrá. Ya lo habían experimentado los profetas (Jr 1,8s). Nunca ha sido fácil la tarea del testimonio de la vida y la evangelización. Pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con él. Así capacitado para la misión, Jesús pasó haciendo el bien. Era el hombre para los demás en todos los aspectos, menos en el pecado. Y Pedro lo recuerda solemnemente en su proclamación kerigmática. Este reconocimiento y proclamación define un aspecto importante de la misión y tarea de Jesús. Es una característica del Siervo de Yahvé el ser para los demás y por los demás.

Evangelio: (Marcos 1,6b-11)

Marco: Es necesario anotar que todo el relato del bautismo de Jesús es una epifanía, es decir, revelador de realidades muy profundas en un lenguaje austero y sobrio: es el momento en que Jesús recibe su misión y el equipamiento necesario para la misma.

Reflexiones

1) ¡Donación del Espíritu para la misión!
Sorprendente situación: Jesús entre los pecadores, en camino hacia el Jordán. Todo el acontecimiento está cargado de sentido. Jesús va a recibir la misión y tarea del Siervo: asumir sustitutivamente la responsabilidad del pueblo y de la humanidad. Por eso presenta visualmente, de modo anticipado, esta misión y tarea. Los discípulos de Jesús no caminan por el mundo aislados sino en comunidad. Al contrario, lo hacen por los mismos caminos y en los mismos ámbitos que sus hermanos los hombres. Ahí, en medio de todos, el creyente es sal y luz. Y es llamado a no escandalizarse del mal de nadie, sino a reconocerlo, asumirlo y tratar de superarlo. Vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Es necesario observar que la donación del Espíritu no está relacionada con el bautismo. Se abren los cielos y desciende el Espíritu cuando Jesús ha salido de las aguas del Jordán. El bautismo de Juan no confiere el Espíritu Santo. Esto es un privilegio propio del bautismo cristiano y sólo del bautismo cristiano. La apertura de los cielos y el don del Espíritu son dos realidades que convergen en la misma significación: en este momento se declara solemnemente que aquel hombre, llamado Jesús, que está al borde del Jordán, es a la vez el profeta escatológico*, es decir, el profeta esperado para el momento culminante de la salvación y el Siervo de Yahvé que llevará adelante el proyecto de Dios. Por eso recibe el equipamiento necesario para cumplir esta misión. El don singular del Espíritu Santo que, en la visión de Juan el evangelista, permanece establemente sobre él y para siempre (característica especial del momento culminante de la salvación) (Jn 1,32).

2) ¡Jesús es el Predilecto de Dios!
Se oyó una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto». La voz que se oye procedente del cielo corrobora la vocación de Jesús. Aquel hombre es a la vez el Siervo de Yahvé y el Hijo de Dios, el Elegido para llevar adelante la salvación. En una reflexión cristológica éste descubrimiento (alimentado y dirigido por el Espíritu Santo) fue lento en la primera Iglesia: comenzó después del acontecimiento pascual, se entendió ya en el bautismo y finalmente en la concepción virginal. La misión de Jesús engloba todos los aspectos que fueron anunciados para el siervo, pero realizados de una manera supereminente: anunciar la Palabra para restaurar e inaugurar la nueva alianza y asumir sustitutivamente la responsabilidad del pueblo y de la humanidad. Por eso es tan importante este acontecimiento de la vida de Jesús. El creyente en medio del mundo es un freno a la agresividad, violencia y egoísmo ambicioso de los hombres. Es un instrumento de reconciliación y de paz, a imitación y representación de Jesús. Esta tarea y misión son especialmente urgentes en nuestro tiempo. El testimonio de la promoción de la paz con la vida y las palabras es una forma excelente de imitar a Jesús-Siervo.

3) ¡Jesús, hombre perfecto y cercano!
El bautismo de Jesús es uno de los acontecimientos de su vida mejor atestiguados. Pisamos terreno firme en la historia de Jesús. Y la razón principal es su carácter desconcertante. ¿Por qué se acerca Jesús al Jordán para ser bautizado? ¿Tenía alguna necesidad del bautismo? Precisamente este carácter singular confiere al gesto su relieve y su autenticidad. Jesús está ahí para 'recibir la misión y para abrir el camino a una nueva realidad de la Iglesia: el bautismo cristiano. El bautismo de Juan no confiere el Espíritu Santo. Sólo el bautismo de la Iglesia, recibido de Jesús y administrado en su nombre, confiere el perdón de los pecados, la incorporación a Cristo muerto y resucitado, la filiación divina y el don del Espíritu Santo. (Fr. Gerardo Sánchez Mielgo O. P.).